"El
periodismo actual, complejo, en trance de modificación, demasiado próximo para
ser analizado en sus figuras, pero tan cerca que sus defectos aparecen claros y
delineados en el contorno de sus propias sombras, tiene que enfrentarse a otros
medios de comunicación que le ganan en la transmisión de la noticia. Hoy el hombre llega a la luna, y medio mundo
está presente, sentado en un cómodo sillón, mientras fuma un cigarrillo o bebe
una copa. Los medios de comunicación tienen cada uno su eficacia respectiva y
el periódico deberá replegarse a su faceta más interesante, a la de formar,
informando claro, a la de opinar; a la de conseguir que se creen estados de
opinión, de cultura, de inquietud... Al periódico le queda la gran tarea de ser
la universidad de la cultura de masas que tiene en la televisión y en la radio
sus escuelas públicas".
José
Acosta Montoro (1973)
En
este texto se nos describe cómo era el periodismo en el año 1973 y cuáles eran
los desafíos a los que se enfrentaba. Este comentario se basará en las
principales diferencias entre el periodismo en los años 70 y el periodismo en
la actualidad.
En
primer lugar, lo más importante es el marco social y político en el que se enmarca
este texto. En 1973 el régimen político era la dictadura mientras que hoy
impera la democracia. Esto afecta a la prensa en la medida en que durante la
dictadura, un periódico solo podía publicar noticias afines al régimen, pues la
censura era el pan de cada día y no existía la libertad de expresión. Hoy en
día, los periódicos tienen libertad para publicar lo que consideren oportuno y
no tienen por qué cumplir las órdenes del gobierno.
El
texto sigue siendo vigente cuando afirma que el periodismo está en proceso de
modificación, pues siempre ha sido así, y que se enfrenta a otros medios de
comunicación, como son la televisión, la radio y, sobre todo, Internet. A lo
largo de los años se ha pensado que un nuevo medio acabaría con los anteriores y,
paulatinamente, se fueron desprestigiando la radio o la televisión,
considerando a uno mejor que otro. Sin embargo, esto no ha ocurrido pues cada
uno de ellos aporta matices diferentes a la información y tiene un público
distinto.
Un
aspecto del texto que hoy en día no estaría siendo bien usado es el momento en
el que alude al “hombre sentado en su sillón, fumando y viendo la tele” pues en
la actualidad se tiene especial cuidado con el lenguaje, intentando siempre no
resultar machista. En la última frase, se deja entrever que el periódico es
superior a otros medios, pues es más culto o exigente. Esto podría seguir
siendo cierto hoy en día, pues leer un periódico requiere una mayor dedicación
y un esfuerzo mental e idiomático superior al de ojear una noticia en Internet
o escucharla en la radio mientras realizas otras tareas.
En
definitiva, el texto sigue siendo vigente en muchos aspectos, como son la
continua modificación del periodismo a lo largo de la historia y su lucha por
sobrevivir entre los medios de
comunicación de masas.
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